Un incorrecto cuidado de los pies no sólo afecta a la faceta estética, sino que puede derivar en patologías asociadas con dolor o molestias, que son frecuentes, pueden mermar la calidad de vida y dificultar el quehacer diario. Aquí se presentan recomendaciones higiénico-sanitarias para un adecuado cuidado de los pies.
Los pies son una de las partes de nuestro organismo que más tensión y peso soportan. Por otra parte, también están sometidos a otras agresiones derivadas del tipo de calzado utilizado y del tipo de tejidos de las medias o calcetines que se utilicen. De este modo, las mujeres suelen estar más predispuestas a ciertos problemas podológicos, debido al uso de zapatos con tacones altos y finos, puntas estrechas, o plataformas.
En la Tabla 1 se presentan recomendaciones higiénico-sanitarias para el adecuado cuidado de los pies.
TABLA 1. Recomendaciones higiénico-sanitarias para el cuidado de los pies
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– Limpieza: Los pies se deben lavar (con agua templada y jabones que no resulten excesivamente agresivos ni deslipidificantes, aunque sí ligeramente antisépticos y desodorantes) y secar diariamente. Se deben evitar los pediluvios o baños de pies prolongados.
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– Detección de problemas: Los pies se examinarán periódicamente para detectar tempranamente cualquier cambio o lesión que requiera valoración médica o podológica.
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– Sequedad: Se evitará con la aplicación de cremas hidratantes tras la higiene diaria (mediante un ligero masaje sobre el dorso y la planta del pie, nunca en las zonas interdigitales).
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– Cansancio, sudor y malos olores: Se combatirán con la aplicación de cremas con activos refrescantes, cicatrizantes y antitranspirantes.
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– Mantenimiento de las uñas: Se cortarán al nivel adecuado (ni largas ni cortas), con un corte recto (evitando que las esquinas puedan formar un uñero o uña encarnada). Se utilizarán calcetines o medias confeccionados mayoritariamente con fibras naturales (permitiendo transpirar al pie y absorbiendo el sudor para mantenerlo lo más seco posible).
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– Tipo de calzado: Se usará un calzado adecuado para la actividad que se va a realizar. Debe ser cómodo, confortable, preferiblemente confeccionado a partir de materiales naturales que faciliten la transpiración y respetuoso con la anatomía y funcionalidad del pie.
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Autor:Redacción del Club de la Farmacia.
Referencias: Adaptado de “Cuidado de los pies”, Ramón Bonet (Doctor en Farmacia, Especialista en Análisis y Control de Medicamentos y Drogas) y Antonieta Garrote (Farmacéutica especialista en Farmacia Industrial y Galénica). Artículo original publicado en el nº 24 de la revista Innova (junio de 2009).
Artículo original: Cuidados de los pies