Estamos terminando las fiestas de Navidad. ¡Ya no nos queda nada! ¡Prueba casi superada!! Después de las cenas de empresa, cenitas con los amigos y los días de fiesta… al que más y al que menos, en apenas 15 días se le juntan un montón comilonas, acompañadas de sus brindis y copichuelas. Al final de las vacaciones con tanta caloría de aquí y de allá conseguimos subirnos a la báscula con un par de kilitos de más.
Los principales culpables del exceso de calorías ingeridas son nuestros queridos dulces de navidad, ¡Que ricos que están!, llevamos un año esperando para atiborrarnos de turrones, mazapanes, polvorones, mantecados y como no, de nuestro tradicional y adorado Roscón de Reyes.
¿Sabías que 100 gr de turrón duro, el de toda la vida, nos aporta 486 Kcal? y ¿Qué me decís del rico Roscón de Reyes?…. No hay casa en España que no desayune el día 6 de enero con un trocito de este delicioso bizcocho. Una porción de roscón nos aporta nada más y nada menos que 108 kcal. Y si sois como los de mi casa, que el roscón lo rellenamos de nata, ya ni te cuento las calorías que aporta.
Podemos seguir sumando calorías al cuerpo con los frutos secos típicos de esta época del año como las almendras, avellanas y nueces, que aunque son una importante fuente de nutrientes esenciales para nuestra dieta, no debemos olvidarnos que también son un alimento de elevado valor energético. Por ejemplo 100 gr de nueces nos aportarán unas 595 kcal.
Y para fastidiar un poco más las fiestas, no nos olvidemos del alcohol, que independientemente del tipo de bebida alcohólica que te vayas a tomar debes saber que cada gramo ingerido equivale a unas 7 Kcal.
Ojo que tampoco es cuestión de sacar la calculadora y ponerse uno a sumar calorías, al fin y al cabo las navidades son una vez al año y por supuesto que hay disfrutar de los buenos momentos y de la gastronomía.
Pero para los más aplicados os dejo en este post una serie de recomendaciones muy sencillas para intentar mantener los kilos extras a raya estas fiestas.
- No te saltes ninguna comida. A veces pensamos que como vamos a disfrutar de una comida generosa, si prescindimos del desayuno podremos pasarnos un poco más de la raya en la comida. Que sepas que es peor el remedio que la enfermedad, de esta forma lo único que conseguimos es llegar a la hora de la comida con mayor ansiedad de forma que devoraremos todo lo que se nos ponga por delante.
- Nos sentamos a la mesa, listos para cenar y aunque el menú cuenta con dos primeros platos suculentos y un segundo plato que no se puede mejorar, antes tenemos ante nuestros ojos como unos 10 entrantes distintos elaborados con un mimo, tan bien presentados, que evidentemente nos tenemos que zampar. Mi consejo es que antes de que te pongas manos a la obra, coloques los entrantes que te vayas a comer en un plato y que esa sea la cantidad que comas. Te sorprendería saber que si no visualizas la cantidad que vas a comer podrías ingerir más del doble.
- Procura comer despacio, masticando bien y saboreando cada bocado. Conseguiremos unas digestiones menos pesadas y saciarnos antes.
- Introducir en los menús más cantidad de verduras. Las sopas, cremas y purés de verduras son ideales para los primeros platos y hervidas al vapor son una magnífica opción para acompañar como guarnición a carnes y pescados. Nos aportarán gran cantidad de nutrientes y pocas calorías.
- Si las verduras son buenas, las frutas son mejores. Apuesta por los postres a base de frutas: manzanas asadas, macedonias, peras al vino y deja los bizcochos, tartas y pasteles para otra ocasión.
- Intenta reducir al máximo la ingesta de alcohol, pues como ya te dije antes todo tipo de bebida alcohólica aporta calorías extra al cuerpo.
- Practicar ejercicio físico. Para los que ya sois asiduos a practicar deporte, no lo dejéis de lado estos días, y los que no, procurar salir a caminar.
Felices Fiestas!!!!
